Wednesday, April 17, 2013

7 canciones de María Rosa Yorio


Si tu enciclopedia de rock nacional estuviese ordenada alfabéticamente, ella estaría cerca del final. Después de Virus y antes de Zypce, Isol. Si tu enciclopedia de rock estuviese ordenada cronológicamente, ella estaría promediando los setentas. Inició su carrera discográfica con Porsuigieco y después se sumó a Nito Mestre y los Desconocidos de Siempre. Pero tu enciclopedia de rock nacional no existe, al menos tal cual la concibo en mi mente, sin dejar a nadie afuera. Además el rock nacional no es un ámbito donde se aliente la participación de las mujeres, es un ámbito más donde continúa la reproducción del machismo que en Argentina campea en casi toda esfera cultural imaginable.  Pero eso no es lo que me ocupa hoy, yo quiero hablar de siete canciones de María Rosa Yorio. Ojala que mi texto le haga justicia a estas canciones y, por supuesto, más allá de cualquier déficit en mi producción, no dejen pasar la oportunidad de escuchar esta música. Estas canciones pueden resultarte lo que me resultaron a mí.

1 – Semana de una cantante (Disco: Con los ojos cerrados – 1980). La presencia del bajo y los coros se destacan de movida, en los inicios de la púa que recorre surcos porque el track que yo conseguí lo bajaron de un vinilo, no sé si este disco se reeditó en cd. Hay una mezcla de cansado blues y baguala agridulce en la voz de María Rosa, encajada en una animada canción pop, como un funk bailable. “Sueño con la guerra que es de realidad” canta Yorio y dos años después la realidad se hizo guerra de Malvinas y a uno se le pone la piel de gallina. “Animales que no aplaudan serán mi público” y uno se enamora una vez más. Su estilo al cantar es único, suena a un calculado abandono, como algo que no tiene pretensión y lo quiere todo. Algo que suena a cotidiano, como la semana de una cantante, pero que yo logre encontrar pocas veces y por ende me suena extraordinario.

2 – Fanny da bola (Disco: Mandando todo a Singapur – 1982). El autor de esta canción es Miguel Mateos, hay varias canciones de él en este disco (dato de Wikipedia, como las demás autorías de las canciones las conozco gracias a la misma fuente). Tres años después Mateos se llenó de fama y fortuna pero esa es otra historia. Este suave y gentil tema, a medio camino entre un candombe y una bossa, tiene mucho de ese sonido hermoso que tenía La Banda (en donde Rubén Rada cantaba y se encargaba de la percusión). “Aunque no puedas entender cómo puede haber gente tan sola” es una frase que se engancha naturalmente a “Eleanor Rigby” de The Beatles. Canciones para la gente sola. “Aunque él se llame new wave y ella rock´n´roll” es el guiño a aquellos tiempos de encuentros de generaciones viejas y nuevas de rock. El rock empezaba a hablarse a sí mismo. “Mandó una carta a una publicación subterránea”: en aquellos tiempos salía la revista Expreso Imaginario que traía una sección donde se enlistaban decenas de publicaciones que, más adelante, se conocerían como fanzines cuando llegó el punk a cambiar algunas cosas. Fanny es la treintañera que tiene sus fantasías, toda la canción se mece al ritmo de ellas. María Rosa le canta a esta mina y nos mima a todos. Porque no se puede entender cómo puede haber gente tan sola.

3 – En todas partes te veo (Disco: Puertos – 1986). Este disco sí se reeditó en cd, yo lo vi por alguna disquería allá por el 2004. Yo tenía 11 años cuando esto sonaba por la radio y de la radio me lo grabe y después escuchaba el casete y bailaba al compás de ese saxo y del ritmo de la batería electrónica. “Estoy esperando mi turno para ver el sol, si quiero llevarme conmigo un poco de vos”. María Rosa sonaba moderna pero igual a ayer. María Rosa se volvía cosmopolita: “California, París, Rio”. Buenos Aires era una ciudad más entre ciudades famosas. “En todas partes te veo pero en ninguna te encuentro”, esta frase se parece dolorosamente al quilombo que hay en mi cabeza a veces, solo a veces. Por mucho tiempo deje de apreciar este tema por mentarlo de una ligera y banal canción pop bailable y nada más. Hoy creo que bastante más que eso y no toda música funciona en su supuesto compromiso estético con los cambios sociales. No todo puede medirse con la misma regla.

4 - ¿Dónde olvidaste nuestro amor? (Disco: Puertos – 1986). Cuando me enteré que uno de los autores de esta canción es Eddie Sierra, me cayó la ficha de porque me era un tanto difícil disfrutar y defender de mí mismo a esta canción. Eddie Sierra compuso mayormente románticas baladas comerciales tan melosas que hacen que, en comparación, Elton John suene a hardcore ultra violento. Fuera de todo chiste, yo no disfruto de Eddie Sierra. Pero cuando María Rosa Yorio le presta su voz a esta canción la cosa mejora notablemente. Los arreglos de la misma no la benefician, es cierto. Pero imagínatela a ella sola con una guitarra eléctrica y nada más. ¿Viste? Es el mismo tema que uno le diría pedorro pero que crecería tremendamente. La letra también tiene más drama del que se necesita cuando a uno lo dejan seco, en bolas y con el culo lleno de preguntas. Pero tiene sus frases: “tu voz ya no es tu voz”, “debe estar perdido en el mar”.

5 – Tan solo para hablar (Disco: Puertos – 1986). “Sé que tu amor es como el agua que calma mi sed y, sin decir una palabra, te amo yo también”. Las autoras de letra y música son María Gabriela Epumer y Claudia Sinesi. Ellas eran el 50% de Viudas e Hijas de Roque Enrol y el 100%, creo, de Maleta de Loca. Con este tema me pasa algo parecido a lo que refería con My Bloody Valentine, es la traducción a música de lo sexual. Apenas veo a una pareja o me imagino a una pareja en pleno atropelladero, pienso en este tema. El atropelladero vendría a ser toda la previa (franela, lengüeteo, manoseo, caricia, besito, cuchi cuchi) al polvo en sí. Los ingleses le dicen “foreplay”. Vayan a leer a Nick Hornby en su libro High Fidelity, la parte en la que habla de Penny Hardwick, cuando enlista sus “5 rupturas más importantes de todos los tiempos”. Es gracioso y, en parte, acertado. Volviendo a María Rosa, el tema tiene ritmo de sexo y los coros funcionan muy bien. El sonido del bajo, las líneas del saxo, la guitarra funky, la batería, cada elemento ensalza el erotismo de Yorio, esta canción transpira.

6 – Loca sensación (Disco: Rodillas – 1987). Si no me equivoco, este fue el primer corte de difusión del disco. Al año siguiente, cuando me enamore de Verónica, esta era la banda de sonido de algún futuro hipotético que solo tuvo lugar en mis fantasías. El sonido de este tema me recuerda al Steve Wonder careta que los melómanos generalmente aborrecen pero que a mí me gusta. Al Steve Wonder de los ochentas. “Y tal vez exista el día en que pueda caminar sin esa llovizna fría y con tu amor”: María Rosa suena embriagada de amor. Ahora recuerdo que para principios de los noventas conseguí una revista Pelo usada con una entrevista a Yorio donde ella hablaba de este disco. Rodillas creo que tampoco fue reeditado en cd, al menos hasta donde yo sé. María Rosa suena mimosa, elevada, caliente. Esta canción mejor no escucharla el día de San Valentín sin compañía, ¡es arranca corazones!

7 – Dibujos en la oscuridad (Disco: Rodillas – 1987). Acá voy a tener que escribir de memoria, quiero decir tratando de recordar como sonaba la canción pues no la tengo, no está por ninguna parte, al menos en donde se me ocurrió buscar. La escuche en la radio varias veces y sonaba misteriosa, elegante. Los autores eran Jorge Haro y Alejandro Fiori. Ale Fiori tocó con todos: Canturbe, Los Neumáticos, Los Móviles, Los Encargados, Los Pillos, Alan Courtis, vaya a saber quien más. Jorge Haro estuvo con Fiori en Los Móviles y en Los Encargados para luego seguir como solista para desarrollar trabajos en música electrónica experimental y realizar eventos con lo más variado de la música de vanguardia de estas regiones y de más allá también. Para 1987 ya hacía un tiempo que no estaban en Los Encargados con Daniel Melero, de hecho Haro se había ido antes de que el grupo grabe Silencio, su disco de 1986. Algo de aquella música electrónica me parece que resonaba en Dibujos en la oscuridad y esa sofisticación electrónica se veía adornada de la voz de María Rosa. Para cualquier posible lector de este blog, que alguien le haga saber a quien corresponda que se espera la reedición de Rodillas, tal como se sigue esperando y deseando la reedición de tantos discos olvidados de rock nacional.

Para terminar: mi hermano tiene “Haciendo el amor en la cocina”, una canción que apareció en el disco “Por la vida” (1984). A mí particularmente no me gusta tanto esa canción, al menos no tanto como las siete de las que acabo de escribir. Y por supuesto, aquí estamos hablando de una artista que publicó siete discos solistas. O sea que hay muchas más canciones por escuchar, para vos y para mí. Yo arranque con 7 como para empezar, son 7 quizás por cábala, quizás por destino, porque así la recuerdo yo. Porque quiero que edite otro disco. Porque el sabor del amor es, en parte, estas siete canciones. No con cualquiera uno se estremece así.

3 comments:

Anonymous said...

"Estoy esperando mi turno para ver el sol"... a mi sonaba a esperar una oportunidad en el amor. 30 años después todavía me hace recordar a una chica de mi secundaria... Grande Yorio!

Daniel Zàrate said...

chicos la letra dice exactamente "NO estoy esperando mi turno para ver el sol"

+ info sobre Marìa Rosa en
https://www.youtube.com/watch?v=VdQY7BusJNU

el mejor face de un artista, ya que contò con material cedido por la propia artista. LOVE

maco said...

Gracias por tu aporte Daniel.¡Yo no lo sabía! Gracias también por tu comentario Sr. Anónimo. De yapa agrego una canción más para escuchar de Maria Rosa: ¿Quien sedujo a quien, Buenos Aires?