Friday, April 13, 2007

Bafici 2007 Parte I

BAFICI Parte 1
Jueves 5 de abril

3 películas 3 para este día. Comencemos. Las tres las ví en el complejo de cines Hoyts en el Shopping Abasto, a cuadras de Once, conveniente para el Sarmiento. Me perdí Notes on Marie Menken de Martina Kudlacek, llegue 15 minutos tarde. Primero ví Run, Robot, Run! de Daniel O’Connor (4 macos). No hay con que darle a la noción, las comedias me encantan. Para mí, ciertas formas de humor van de la mano con la inteligencia y este fue el caso. El director estuvo al final de la proyección para responder preguntas y una vez más desplego su sentido del humor, ocurrente y amable. La peli es canadiense y es del año pasado, la pasaron en HD, se veía muy bien, los que sí sabían de cine habrán notado la diferencia. Una comedia independiente que llegaba hacia una lectura de la sensibilidad humana sin dejar de hacernos reír. Eficaz, corta, con buenas actuaciones (la mina estaba muy buena, hay que decirlo). Las relaciones entre gente y lo que la gente se propone vistos en personajes casi arquetípicos, estas caricaturas salvaban la violencia de la interpretación y proponían un analisis más sincero de nuestra deshumanización, aun cuando en el film se proponía como falta de onda.

La segunda: Instrumental de Jem Cohen. Otra vez, el director estuvo allí para que nosotros preguntemos. Al inicio del film había una frase que me impactó: “Necesitamos un instrumento para tomar una medida”. La peli estuvo buena (3 macos) pero fue bastante larga, fueron casi dos horas de recitales de Fugazi mechados con declaraciones y filmaciones de la banda viajando, comprando, comiendo, etc. El énfasis de esta película está en la independencia de esta banda hardcore de New York, en su carrera desde el ’87 hasta el ’97 ( el film es del ’98), hasta donde sé, los Fugazi siguieron después del ’07 pero ahora no puedo asegurarlo. Gran música, por momentos genial y estuvo bien documentado el descontrol de esta gente sobre el escenario, ciertos momentos de violencia gratuita entre el público y las declaraciones de la gente que los iba a ver, dejando en claro que la lucidez estaba más presente en Fugazi que en sus espectadores, o al menos así me pareció. Cohen usó diferentes modos de filmarlos y recurrió al color o al blanco y negro, en cuanto le pareció necesario.

La tercera: This Filthy World de Jeff Garlin (4 macos). Un monólogo de John Waters genial y escatológico. Muy politicamente incorrecto y a su vez certero en lo que decía. El director de Pink Flamingos parecía no dejar tema escabroso sin tocar, con total desenfado. Me cague de risa (esta idea le hubiera encantado a John). Por momentos los subtítulos estaban fuera de sincro con el film y yo me sentía incomodo e indeciso, si seguirlo a él con mi pobre inglés o leer los subtítulos y unirlos con la escena atrasada o adelantada. Muchas de las cosas que Waters tocaba le resultaba chocantes al público (independiente pero no tanto) y aquí es donde la cosa se pone jugosa, en donde nos empujan a pensar en nuestros límites, algo incluso bastante hablado en la peli. El recuerdo de la travesti Divine. Monstruos del show business, el gusto por la anarquía artística, todo hablado con sobriedad casi british (no sé si lo es) pero también sin vueltas. Cuando un culo es un culo y no otra cosa.

Parte 2
Viernes 6 de abril

Y hoy llegue tarde para Syndromes and a Century (si llegó a verla otro día escribo el nombre imposible del director). Y espero por el corto y el mediometraje. Dog Days Dream de Ichii Masahide (3 macos) y Slice of Life de Val Lonergan (3 macos). Las ví en el Atlas Gral Paz, primera vez que voy allí. Había una radio de fondo interfiriendo en los grandes silencios de la película principal. Varios no se quedaron para el corto. Slice of Life era la historia filmada a una cámara (bah, a mi me pareció) de un repartidor de pizza y sus opiniones acerca de los clientes y el hecho de hacer delivery. Dog Days Dream estaba llena de un calor que se volvía sensación táctil al verla. El calor lleva a un matrimonio a querer conseguir un aire acondicionado. Son pobres y apenas pueden costearse la vida. Y el tipo era una exageración de la vagancia. En algun momento se decide a trabajar pero, aun, las cosas no salen como lo esperaba. Diferentes formas de suerte y desdicha en un mundo que siempre parece de otros, otros que tienen lo que para nosotros es inalcanzable. Cuando escribo nosotros pienso en la voz de los protagonistas, uno de los cuales, al llegar a la instancia del acceso a una forma de consumo privilegiada, la exponen como una chanchada.
PD: Volver a casa fue muy dificultoso.

Parte 3
Domingo 8 de abril

Ayer, sábado, hubo Bafici en casa. Me puse a ver Whisky (la película uruguaya de los Pablos, Stoll y Rebella) que la venía posponiendo hace cosa de un mes. Es muy buena, anda en 4 macos.
Pero hoy me anote a dos funciones. En la primera ví una deuda del viernes. Syndromes and a Century de (agarrate) Apichatpong Weerasethakul. Estoy leyendolo del programa mientras lo escribo, si esto fuera radio, estaría en quilombos. Empezó alta, para 4 macos pero fue bajando. Por ahí decían que era el cine del futuro hoy. No es para tanto, por leer ese comentario, espere más de lo que sucedió. Pero la película es buena, de 3 macos y medio. Trabaja sobre relatos para pasar al “desrelato” poco a poco. Hasta disipar la historia en los últimos momentos. Toques de humor estimulantes mezclados con una delicada contemplación, que a veces se vuelve pesada. El amor y sus vueltas, como ayer, como siempre. Un monje budista que es perseguido por pollos en sus sueños, lástima que es solo narrada, yo esperaba esa historia demente en imágenes. Pollos que él maltrató de niño volviendo para vengarse ahora que es viejo.

La segunda función son dos mediometrajes y un corto: End of an Elephant de Stephanie Gaus; Tarachime de Naomi Kawase y In The Eye Abides the Heart de Mary Sweeney. 3 directoras y 3 visiones distintas, la primera compagina de archivo y actuales de Coney Island y cuenta un pasado de muchedumbres en contraste con un presente de vecinos, los parques de diversiones muy iluminados del ayer y la historia de un elefante asesinado luego de abusos varios. Para Tarachime, la directora japonesa une lazos entre su maternidad y la maternidad que vivió su abuela con ella. Hay un pasado no resuelto que se desenvuelve frente a cámara. Hay un foco acentuado en lo físico de la feminidad y en lo líquido de la vida, el agua en una pileta, la lactancia, el líquido amniótico en la placenta, una lágrima en la carita del bebé. Y en el corto una historia de amor actuada por actores argentinos con una canción de fondo cantada por Shirley Manson de Garbage. En dos épocas distintas, dos amores distintos y el protagonismo de las miradas que cuentan lo que podamos interpretar. En general, le doy a la función 3 macos, confesando que, promediando End of an Elephant cabecee un poco por sueño (justo eran las 3 y media de la tarde, aprox., la hora de la siesta. Bueno, somos seguidores del cine independiente pero no tanto, je)

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